MYTEC; de cada día, un reto
Cuatro hermanos (José Ricardo, Manuel, Juan Carlos y Santiago) están al frente de Movimientos y Transportes Especiales Cànoves, SL (MYTEC, SL), una firma de la que bien se puede decir que forma parte activa de la historia y patrimonio de Valencia.
Los cuatro hermanos Mora Cànoves son representantes de cuarta generación de una saga que comenzó el bisabuelo, en los años veinte, con carros tirados por animales, en los que se cargaban troncos de hasta 12 metros de largo, arribados desde África al puerto de Valencia.
Acabada la Guerra Civil, la familia montó una serrería en el municipio de Picaña, que nutría de madera a las fábricas de muebles de la zona, y en la que se empezaron a dejar ver los primeros camiones con ruedas de madera o impulsados por gasógeno.
Ahí fue donde dio sus primeros pasos el abuelo, Ricardo Cànoves, que acuñó el alias de Pernales, por analogía con la bravura de un bandolero del siglo XIX apodado así, que luce imponente en todos los camiones de la empresa.
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El abuelo Ricardo no hacía transportes especiales: los inventaba. Lo suyo era el mismísimo don de la ponderación. Solo así se explica que un hombre sin estudio alguno fuera consulta de referencia para arquitectos e ingenieros, y llegara a ser condecorado con la Medalla de Honor del Colegio de Ingenieros Industriales de Valencia.
No obstante, el proyecto del que siempre se mostró más orgulloso fue el que presentó a un concurso internacional, convocado por el Ministerio de Obras Públicas de Italia, para rectificar la inclinación de la Torre de Pisa”.
Quien recuerda a su abuelo con tales palabras es Manuel, uno de los responsables de MYTEC, SL. Él y sus ya citados hermanos se encargan de todas las labores de administración y gestoría de la empresa, pero a su vez poseen los permisos de camión y transportes especiales, por lo que alternan sus labores en la oficina, el taller o la cabina.
MYTEC
No hay imposibles
En los años setenta, la empresa de los Cànoves vivió años de esplendor laboral, con las construcción incesante de carreteras y puentes. “Yo –habla Manuel para Solo Camión– empecé con los Mack en los ochenta, llevando vigas por toda España. Eso sí que era una aventura, de sol a sol, sin tacógrafo ni aire acondicionado.
El transporte de enormes vigas lo combinamos con todo tipo de carga especial durante mucho tiempo. Pero llegó la gran crisis en el sector de la construcción en 2007, a partir de la cual poco a poco nos fuimos redirigiendo hacia nuestros orígenes en el puerto de Valencia.
Aunque seguimos realizando cualquier tipo de encargo especial, lo normal en nuestro día a día es el transporte de contenedores, para lo que estamos dotados de los más modernos equipos”.
“Lo más satisfactorio de nuestro trabajo es el reto que supone encarar la singularidad de un transporte especial.